Entre Amasados, Fermentaciones y Plegados.
Acabo de darme cuenta de que todavía no he estrenado el 2015 aquí, en mi blog. Y eso es algo que voy a remediar ahora mismo.
He estado un poco liada haciendo un maravilloso curso de Pastelería que ha durado un mes, y me ha gustado tanto que no quiero dejar pasar la oportunidad de contároslo en este rinconcito.
El curso lo organizaba La Tallerería y ha sido impartido por Luis Olmedo Calleja, un gran maestro, que tiene un blog que es un auténtico tesoro, llamado My European Cakes. (No dejéis de entrar en él).
Antes de inscribirme en este curso yo dudaba entre éste, (que era on line), y otro, (que era presencial). Al final me decidí por este porque se íban a trabajar distintos tipos de masas. Eso me venía muy bien porque tengo muchas ganas de iniciarme en otro mundo maravilloso: el del pan.
También pensé que, como era on line, lo íba a poder hacer a mi ritmo, en plan tranquilote.
... Pues no. Que pechá de trabajar!!!
A diario Luis nos dejaba explicaciones y videos en la plataforma habilitada para el curso. Y... ponía tarea. Tarea que había que elaborar y fotografiar (todos los pasos de la elaboración). Una vez hecho todo esto se subían las fotos a la plataforma para que Luis diera las oportunas correcciones y consejos.
Además teníamos un foro en el que, no sólo te comunicabas con el profesor, sino que también podías hacerlo con tus compañeros de curso. Esto permitía que la gente se conociera y compartiera sus trabajos. A través de estos trabajos me dí cuenta de cómo una misma tarea podía ser elaborada e interpretada de distintas formas, porque cada uno aportaba su toque especial. (Mis compis han hecho algunos trabajos que me han dejado con la boca abierta).
El curso estaba muy bien estructurado, con unas magníficas explicaciones y, si quedaba alguna duda, ahí estaba Luis para resolver cualquier problema, con su gran capacidad para hacer sencillo lo que no lo es. (Cómo te voy a echar de menos, sensei!!!).
Realmente cuando empecé no era consciente de todo lo que he aprendido en tan poco tiempo. Han sido cuatro semanas en las que he hecho todo tipo de elaboraciones con masas que requerían amasados, fermentaciones y plegados. Una pasada.
Os dejo muestra de los trabajos que he hecho.
La primera semana estaba dedicada a la bollería francesa.
Con los profiteroles y los craquelines hicimos dos elaboraciones más complicadas: la tarta Saint Honoré y la tarta Croque en bouche. (De esta última no tengo foto).
La tercera semana a los Brioche.
La cuarta semana era de repesca para todos los que teníamos trabajo atrasado.
Bonitos y riquísimos.
Una cosa tengo ya más que clara: no vuelvo a comprar una masa de hojaldre en el super jamás. No podéis imaginar la diferencia entre un hojaldre hecho en casa y un hojaldre comprado. Y la verdad, no es tan difícil de hacer, sólo hay que tener paciencia y poner un poquito de cariño. Lo demás sale solo.
Eso si, mientras espero el curso de Pastelería 2 voy a aprovechar para ir al gimnasio, a ver si arreglo en poco tiempo el estropicio ocasionado en mi escultural figura. JAJAJAJAJAJAJA.
